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Por Redacción CRÍMINA

El criminólogo Asier Moneva es una pieza fundamental del Centro Crímina para el estudio y la prevención del crimen. Como personal de investigación en formacion (FPU), actualmente se encuentra en Ámsterdam realizando una estancia científica de la que, a buen seguro, saldrá enormemente potenciado en cuanto a su formación como estudioso y profesional del ámbito de la criminología.

¿Cómo surge la posibilidad de realizar una estancia de investigación en Ámsterdam?

En 2017 Crímina organizó en la Universidad Miguel Hernández de Elche un simposio internacional sobre el factor humano del cibercrimen y la ciberseguridad donde participaron algunos de los investigadores más relevantes en este campo. Uno de los investigadores era el doctor Eric Rutger Leukfeldt, a quien tuve el placer de conocer y con quien he coincidido en distintos eventos sobre investigación criminológica en materia de cibercrimen. El trabajo de Rutger de inmediato despertó mi interés y se lo manifesté personalmente. Pero hacía falta algo más que la voluntad para materializar una colaboración.

Cada año el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades abre una convocatoria competitiva para financiar estancias breves para aquellos investigadores predoctorales que han recibido una ayuda para la Formación de Profesorado Universitario (FPU16/01671) de la que soy beneficiario. Junto con el profesor Leukfeldt, preparamos una propuesta y enviamos la solicitud. Meses después recibimos la buena noticia y empezamos a preparar mi estancia de investigación (EST18/00043) en el Netherlands Institute for the Study of Crime and Law Enforcement (NSCR), en Ámsterdam.

Un nuevo reto para el criminólogo: «Defacement»

¿Cuál es el trabajo que está desarrollando durante estos dos meses?

Durante estos meses estoy realizando varias colaboraciones con los investigadores del NSCR y, en especial, con el profesor Leukfeldt. Concretamente, trabajaremos sobre una forma de hacking conocida como defacement, en la que el infractor o defacer accede al código de una página web para modificar maliciosamente su contenido. Generalmente, se trata de un cibercrimen con connotaciones políticas, dentro del fenómeno del hacktivismo. Hay más propuestas sobre la mesa que irán tomando forma en los próximos días.

¿Qué significa para usted esta experiencia investigadora?

A nivel de formación, colaborar con los miembros del clúster de cibercrimen del NSCR supone una experiencia única para aprender de algunos de los mejores investigadores en criminología de Europa. Además, el NSCR es un centro de prestigio que produce gran cantidad de resultados de investigación de impacto con una marcada vocación social, por lo que, a nivel curricular, esta estancia de investigación supone un importante impulso en mi carrera investigadora.

Tras Ámsterdam ¿qué planes de futuro/proyectos en mente tiene como criminólogo?

Prefiero no pensar demasiado a muy largo plazo para concentrarme en lo que tengo entre manos en el presente, pero durante el invierno debería salir una nueva convocatoria para solicitar estancias breves. Siempre existe la posibilidad de repetir, pero también barajo otros destinos en Suiza o Reino Unido. En cualquier caso, pretendo seguir potenciando la parte más internacional de la investigación porque hasta la fecha me ha enriquecido enormemente.